El patio sospechoso y sus pescados

Regresando a los paseos mas amables y dejando a un lado la introspeccion "hard core"; les cuento de una comida muy agradable que tuve con mi hermano y su novia en Puerto Juarez, Quintana Roo.
Despues de buscar una opcion agradable para comer frente al mar y deambular dando vueltas por la direccion que necesitabamos encontrar antes que comer; dimos con el patio de una casa mas sospechosa que pintoresca pero con un atractivo anuncio de: "Se Vende Pescado Fresco de Hoy x Kilo" -Frito o Fresco-
-Senora, tiene pescado a la parrilla?- le pregunte  frente al tambo hecho freidora con unos burbujeantes pescados (ay necedad!).
-No, frito o fresco. Pasele a escoger su pescado y se lo peso.

Despues de consultarlo con mis acompanantes y de explicarles que no era un pescado frito a lo kentucky fried chicken sino que era un pescado mas estilo de ir de campamento o como el que se hace en Monterrey de complemento en una carne asada de Cuaresma o de Semana Santa; todos acordamos echar un vistazo.
Nos asomamos a una hielera con los pescados frescos de diferentes tipos hasta que cada quien selecciono su manjar. De ahi a la bascula y una vez que cada quien estuvo de acuerdo con el peso del elegido lo pasaron a la seccion de "Le pelo las escamas, le quito los dentros, le hago unas cortaditas y una saladita" o al menos asi me lo describio el pescador ayudante de la freidora.

Ahora si, un brinco al aceite....y miren que yo como light o al menos trato pero como les dije a los que me siguieron la corriente en este paseito: "Pocas veces como esto, pero cuando lo como es para disfrutarlo asi que ordene uno grandecito para mi".

Mientras freia la senora los pescados -y ella jura que no vi su receta secreta jajajaj- que le avienta dos chiles habaneros al aceite la muy barbara y despues de rato los saca, los molcajetea la mendiga y les pone limon, sal y poca agua. Minutos mas tarde mi hermano juraria que regresa antes que por el pescado por comer mas de esa salsa; o de ese delicioso gravy como diria mi Tio.

Llegando los pescados a la mesa, los devoramos calladitos en un santiamen. Nos pusieron monton de salsas de botella en la unica mesa alargada como para seis personas, unas cuantas servilletas, un piquito de gallo y medio kilo de tortillas vendido; y ni se crean que calientitas; asi nomas ya frias y separadas pero suavecitas y ni crean que alguien se quejo jajajaa; asi taqueamos y tuvimos un gran festin. El gran total fue de $160 pesos por los 3 con refrescos.

El patio sospechoso termino siendo un acogedor patiecito a la hora de la comida bajo un arbol meciendose con un aire fresco de quiere llover al rato; ya casi para terminar se nos habia unido una pareja que pidio postas de pescado y se sento con nosotros un poquito mas separados y hasta nos prendieron el radio.

Bueno pues la foto basta para que se den una idea de lo delicioso que estuvo este asunto. Les diria que pienso regresar pronto ahi, al patio sin nombre, pero es mentira (aparte de que no voy por alla tan seguido). La cosa es que a un lado habia otro patio sospechoso; y mas alla otros tantos escondidos que me faltan por descubrir. "No os preocupeis, ahi estareis conmigo"... porque el chisme pueden jurar se los paso al costo. Namaste!